lunes, 9 de septiembre de 2013

Septiembre

Jamás había sentido lo que estas letras me han provocado. El deseo y las ganas de escribir, durante estos días, han estado más latentes que nunca, pero con la luz encendida, mi imaginación no florecía, sin embargo, cuando la artificialidad de esta luz se iba, creo que nunca había tenido tanto que decir.
Es extraño, mi estómago se anuda cuando pienso en lo que quiero decir y me he estado cuestionando que tan bueno es escribir o si quizás, de una vez y por toda, debo aprender a quedarme en silencio.
No busco repetir ideas, ni plasmar sentimientos falsos. Sólo fluir, lo que he hecho durante todo estos últimos meses.
Lo primero que se viene a mi mente es cuando leí un cuestionamiento que decía algo así cómo: ¿ tres meses y aún está ahí? Mi fuerte no son los números, no me esforzaré en contar, sólo diré que más de tres han pasado y aún aquí.
Desde ahí, mi subconsciente se ha encargado de traer pequeñas pinceladas de ti: estoy estudiando, acostada, dormintando, soñando, duchando, comiendo, hablando y tu en mi recuerdo: tú en el living, tú en el auto, tú en mi cama, tú en tu cama, tú en Santiago. También tengo de ambos, pero de esos ya he hablado. 
No son todos los días, no es todo el día, sólo son pinceladas,  es espontáneo, es el pasado mezclado en el presente por una milésima de segundo o quizás un par de minutos.
No miento cuando digo que esto no me ha había pasado jamás. No es la primera vez que me enamoró, eso es cierto, pero sí es la primera vez  todo lo que ha sucedido después del "nosotros" que un día inventamos. 
Es díficil ordenar lo que tengo acá guardado,tengo la claridad, pero eso no significa que no exista el caos. No busco decir todo lo interior-sentimental. No  me muero de amor por ti, estoy viva, viste, es sólo que, a veces, te extraño demasiado. 
-- Sus actos sólo demostraron que no me quiere a su lado. Sé que el lugar que era mío ya está ocupado. No sufro,no lloro, a veces me entristezco, mas no por él, sino que por todo élyyo. -- 
Hoy te recuerdo porque es Septiembre y septiembre es cuando todo ésto  comenzó. 

domingo, 10 de marzo de 2013

ElrecuerdoCarnal

Estoy leyendo Cincuenta Sombras de Grey, pero tomo II, ni siquiera sé su nombre, sólo quiero leerlo.
Y leyendo lo que leo, fantaseando lo que leo, sólo una persona en la mente: tú.

Busco confesar que muchos años antes de haber estado juntos por primera vez, yo ya me imaginaba ese encuentro. Creo que tuve un sueño erótico contigo, envuelto en muchos gemidos y placer. 
El asunto es que ahora que leo lo que leo, no puedo dejar de recordar-nos: tacto, piel, palabras. 
Recuerdo cada roce, lo juro, cada palabra, cada caricia, cada beso, cada intimidad... 

No me veo con otro, eso debe ser porque estoy locamente perdida en ti, aún. Aquél día que nos vimos, el abrazo más allá de abrazo buscaba tocarte con todo detalle, que mis manos recorrieran esa espalda para que no la pudiésemos olvidar. Yo tengo una adoración por tu cuerpo, algo que jamás me había ocurrido con ningún otro ser vivo, sólo tú, siempre tú. 

Lo carnal, no lograrías dimensionar cuanto lo extraño. Extraño las palabras de dominación, me gustaría volver a decirte que "sí, soy tuya" y aún hoy, tras un mes y más, sigo siéndolo  en cada parte de mi cuerpo, sigues viviendo tú, negándome a la idea de entregarme a alguien más, de que alguien más roce mis labios, apriete mis caderas y me roce junto a él...  También me pregunto si no te enloquece la idea de que sea tocada y deseada por otro... ¿Sucede?... sigo queriendo sólo tus manos, tu boca y tu cuerpo sobre-encima-al lado, de mí, sólo tú, siempre tú.

Nos imagino constantemente en nuevas situaciones, en todo aquello que nunca hicimos, en todo aquello que nunca te dije que me hicieras y en todo aquello que nunca te hice. Pienso en que debí haberte dicho cuanta me gustaba la forma y el contenido de nuestra intimidad. Pienso en que debí hacerte todo lo que mi mente pensaba y que por verguenza callaba. Pienso en ese día en el que enjabonase mi espalda, debí meterte conmigo al agua.Pienso en esa semana solos, que malgastada fue con peleas y no con sexo (sí, puedo escribir sexo, lo que me cuesta es decirlo) Pienso en Valparaíso-Viña del Mar. Pienso en un cuarto de baño cumpleaños de tu amigo. Pienso en habitaciones adornadas en Santiago Centro, en tu cara cuando salí vestida con lo que luego pasaría a ser una vestimenta habitual de fin de semana... Pienso en tus palabras cuando me veías con esa prenda de vestir y pienso, sencillamente, en ti...y con todo pienso en tus palabras expresando el deseo, pienso en que siempre debí decirte que si, ¡SÍ! ... 

Pero ya está, se acabó... y eso es lo que no puedo aceptar. Me pregunto si seré lo suficientemente fuerte para respetar nuestras palabras, esas que nos alejan. Mientras más lo pienso, más muero. Me doy cuenta de que no quiero, no quiero estar sin ti.. Me siento capaz de que afrontar todo, tus proyectos, los míos, pero juntos. Sola, me siento desprotegida al mundo,  luchando contra la jungla podrida de Santiago Centro, puede que el hecho de estar enferma en cama con fiebre me provoque más amargo de soledad, pero quiero concederte el privilegio de ser él único hombre capaz de poseerme completamente ¿Por qué no se puede? Tuya, tuya, tuya, cuerpo, mente y corazón... hasta que el deseo diga lo contrario. Espero que para cuando el deseo me encuentra, seas tú, sólo tú, siempre tú, el que reciba mi cuerpo, completamente suyo.

Con un roce a tu oreja, sale mi voz, te susurro, te suplico y gimo:... Hazlo, por favor.




jueves, 28 de febrero de 2013

Santiago Centro fue nuestro.


He intentado escribirte, más sin embargo, el miedo paraliza toda intención, además, ¿para qué repetir/decir aquello que ya sabes, que es tan obvio, tan yo?

Recorro la ciudad con mis pies chuecos y cansados,
doy vuelta en cada espacio de ella,
giro por una esquina y te veo en un papel tirado,
pienso " ¿por qué?"
y rehuyo del lugar.

¿Sabes que se siente intentar huir de un recuerdo latente?

Busco otra calle, me adentro entre las orillas,
espero no encontrarte otra vez en mi mejilla,
pero al levantar la vista veo una pared,
esa misma donde en algún momento plasmaste un beso
y mi cara tan sonrosada, tan rebosante en aquel reflejo de muralla
se opaca, se aleja, enmudece de pena.

Con un dejo de valentía, continúo mi camino; error.

Parece ser que las calles de la ciudad buscan torturarme, porque recorro calles que nunca nos vieron, sin embargo, ahí estamos; pared, besos, peleas, palabras, abrazos, gestos, manos, espaldas, pies, zapatos.

La ciudad me arrebata las ganas, sentarme parece lo correcto; error.

Sin saber cómo, sin saber dónde y sin saber por qué,
fijo mis caderas en un lugar que espero se convierta en un nuevo lugar favorito, mío, lejos de él/ti.
Abro los ojos, porque el camino fue a ciegas, y te veo.
¿Cómo llegué a nuestro punto de encuentro? Pies traicioneros.
Me consume la tristeza, sucumbo ante ella.

Camino, porque avanzar es parte de las reglas impuestas. Esas que yo nunca acepté, esas que yo nunca amé, esas que de la noche a la mañana me pegaron una bofetada y que grabé en mi mente, tan reacia a obedecerme siempre, por qué ¿para qué seguir mintiéndo? el corazón, en mi vida, siempre prevalece, y aunque intente huir de las calles callejeras de una ciudad que nos alojo por estadía limitada, aún espera, como siempre, soy Penélope y Santiago Centro está mi mente:


¿Sabes que se siente intentar huir de un recuerdo latente?



Hombre poco emocional, tú, Santiago Centro fue nuestro.



lunes, 17 de diciembre de 2012

Contigo.

Hoy, cierro los ojos y te veo a mi lado, lo mejor de todo es que al abrirlos, veo que es una realidad. Estoy más enamorada de ti que nunca y despertar-dormir-rodar-reír a tu lado para mi hace que la vida tenga un sentido, al fin. Gracias por querer ser parte de mi familia, por formar una familia conmigo y mis dos pequeños caracolitos del Señor. Sé que algún día cumpliremos nuestros sueños, cada uno y juntos al mismo tiempo, lo importante por sobre todo, es que sepas que contigo, pan y cebolla, queque y chips, rollito con fambruesa, sushi sin alga nori, cerveza con limón, pisco con kem xtreme y empanadas camarón mandarín.

" "Te espero en la casa"- dijo ella. Sonrío,  caminó con la mirada fija, con la esperanza fundida, con  ala ansiedad de rodearse  de él cuando cayera la noche."



Terequieroremío.

y porque me gustaría tener un amor estilo The Beatles

http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=lygZpshrcpI&feature=endscreen

lunes, 19 de noviembre de 2012

Juan Pablo Karandino

Mi amor

Con motivo de nuestra unión, tardíamente, es que he decidido hacer pública mi devoción hacia ti. ¿Público? sé cuanto odias que haga esto, pero ya que va, cuando sientes el momento de decir algo lo dices y ya.
Ante todo, me resulta difícil lograr explicar lo nuestro. "Lo nuestro" aquello que tanto anhele, años mi amor, años, imaginando tenerte a mi lado, sin siquiera saber por qué era tan grande ese deseo, sin saber los riesgos que corría, los temores contra los que debería luchar, y en el fondo, deseaba tu presencia al lado mío, segura de nada y al mismo tiempo, de todo. Finalmente, un 15 de septiembre y por una inocente invitación proveniente de tus dedos, fui directo hacia tus brazos. Me abriste tu mundo cuando eramos primos ante los demás y no quise jamás irme de él. Esa noche, entraste a la habitación con un dejo de ternura y por una nada prudente petición de mi cuerpo, te recostaste a mi lado, nos abrazamos, nos acercamos, sentí tu respiración tan dulce y nos besamos. Es cierto, no fue nuestro primer beso, esos ya los habíamos vivido, sin embargo, ese beso marcó la diferencia entre un 14 de septiembre y  dos meses más adelante. Con los mismos temores no compartidos, ese fin de semana nos limitamos a mirarnos, a besarnos casi a escondidas y si no fuera por unos tragos demás, los primos seguirían siendo los primos públicamente, al menos por esas noches. Tras eso, vino el encuentro más pasional, lo recuerdo y sé que tu también, no estoy tan loca como crees, eso no lo haré público, pero sí te diré que, esa mezcla de risa, respiración y entrega, jamás se borrara de mi memorial corporal.
De ahí en más, tímidamente, nos dijimos aquello que pasaba entre los dos. Si existe algún sentimiento que caracterizó nuestros comienzos ese sería el miedo. Nos conocíamos, no podíamos fingir caretas, tu no eres un príncipe azul y yo no soy una princesa de hadas, aunque a veces finjo serlo sólo para odiosarte un rato. Mi corazón no ha dejado de latir desde ese momento, es cierto, ha sido más complejo de lo que nos podíamos imaginar y los cuestionamientos ha surgido más allá de lo esperado. Hemos tenido dos grandes remezones de nuestro amor: el primero de tonteras, el segundo por error, y es complejo encontrarse con tantas adversidades cuando lo único que quiero es acostarme a tu lado, sobre ti, rodearte con mis besos, empaparte el alma de nosotros, para que nunca olvides mi nombre, para que nunca olvides lo nuestro.

Quiero dejar una huella en ti, lucharé porque no demos un suspiro de agonía nunca más. Quiero imaginarme que esto es eterno, porque jamás quiero verlo morir, porque de soñar se basa la mitad de mi vida y mi otra mitad la aportas tu cuando me bajas a la tierra y me aterrizas a tu lado. Quiero enseñarte a que no todo lo que nos rodea es negro y blanco, que existen los matices y eso hace que la vida sea  más compleja aún, pero al mismo tiempo, más simple. Quiero ser capaz de que veas a través de los ojos de una mujer muy diferente a todas las que has tenido y que hagamos nuestro camino juntos. No sé si estaba escrito estar juntos, no sé si estamos forzando al destino con todas nuestras decisiones, yo sólo espero que construyamos  un "lo nuestro" a la par, por ti, por mi, porque merecemos ser felices del amor mismo que podemos llegar a sentir el uno por el otro, del cual, no tengo dudas, sólo espero sentirlo hasta que me queme el alma de alegría y no el corazón de dolor. Quiero disfrutarte. Quiero besarte. Quiero acariciarte y tal ves, sólo tal ves, que tu también me acaricies a mi... mentira, eso lo quiero todo el tiempo.

Si hace un tiempo atrás alguien me dijera "Oye, vas a estar con él" yo  lo miraría y le diría: "Estás más loco que yo y eso es decir demasiado" y me hubiese quemado en el infierno por dudar de algo que hoy se materializa frente a mis ojos. Sigo teniendo miedo, en demasía, supongo que tu también y la verdad, no estoy segura de dejemos de sentirlo en algún momento, espero que sí, espero que seamos capaces de abrirnos a los dos, de que te dejes llevar por esta mujer más niña que mujer propiamente tal, que te entregues a este amor de quince años que tengo para dar.

Inseguridades hay un millón, unas más importante que las otras, inseguridad a perderte, a jugar sola por todo, a arriesgarlo todo, por nada y es válido, ambos hemos vivido experiencias que nos han forjado a ser como somos, lo importante es ser capaces de forjar una nueva realidad.

Yo sólo te invito a ti, Karandino de Karandilandia, a querernos, más allá de todo y por encima de todos, porque en el día de hoy, me considero sólo tuya y sólo tuya quiero ser.

Y porque esto, que escribí un domingo 8 de febrero del 2009 sigue siendo una verdad absoluta, ahora más que nunca:

Eres y serás siempre aquel loco extrovertido que se robo un pedazito de mi corazón y que hoy siento más cerca que nunca, con tus consejos de niño extraviado del mundo cuerdo, de ese mundo que eres parte y me invitas a visitar cada vez que te imagino sonriendo al otro lado de la pantalla, ese mundo en el que solo existes tú y tus fantasías, tú y tus extravagancias peculiares... a mi me da igual lo que diga la gente, yo quiero formar parte de ese mundo para siempre.

Si tuviera que contar las sonrisas que haz sacado de mis labios, no tendría número en mente que abarcara tal alegría.


Te quiero JuanPi, el loco más demente de mi vida.






miércoles, 20 de junio de 2012

Los pequeños pasos.

La cosa fue así, estábamos los dos, tu ibas sobre mi y yo, toda complicada, trataba de tener todo en orden. Tú, el bolso, las cosas. No recuerdo por qué, pero el taxista nos dejó más cerca de la casa, recuerdo haber visto en su cara la expresión de compasión al ver mi rostro aproblemado al no saber cómo actuar ante tu leve llanto. Nos bajamos, caminé, y por esos azares de los sueños ya nos encontrábamos en una pieza. Llegaba mi madre, la santa madre, me retaba porque no me había percatado de tu vómito, era poco, pero peligroso, "no me di cuenta" le respondí yo, pensé que, claramente, por eso llorabas. Finalmente, y entre enojos de mi mamá, venías hacia a mi, tus pasos, los pequeños pasos más largos y más grandes que he visto en mi vida, venías hacia mi con una sonrisa, acelerado, con los brazos estirados, y yo sonreía, te abrazaba fuerte fuerte y te decía cuanto lamentaba mi torpeza al no poder cuidarte mejor, por afuera, mi madre nos miraba con una expresión  que nunca logré entender. Te tomé entre mis brazos, seguías sonriendo, te recosté  sobre la cama pequeña y azul, y mirándote, nos quedamos dormidos mientras te cantaba una canción y tu, sencillamente seguías sonriendo. Eras el niño más hermoso que he visto en mi vida. 

domingo, 17 de junio de 2012

Pastel sin azúcar.

Así de simple, "la tormenta perfecta", un viento que arrasó con todo lo que pudo llevarse, y me dejó así, desnuda, pero de pie.