miércoles, 25 de diciembre de 2013

Algo tan parecido al amor. Carmen Amoraga.

Estas palabras no son mías, son prestadas del libro "Algo tan parecido al amor" de Carmen Amoraga.

"El silencio, a veces, es un aliado. La gente suele pensar que es un enemigo, que cuando callamos más de lo que decimos estamos en peligro, que las relaciones han de basarse en la confianza y que la confianza se manifiesta sólo con las palabras. Te quiero, te creo, te necesito. Que la sinceridad es una virtud. Eso piensan. Están en un error. No siempre hablar es bueno. No siempre callar es malo. No todo lo que se dice es siempre verdad. No todo lo que se escucha hace siempre bien. Pasa lo mismo con el silencio que con la sinceridad: queremos controlarlo too, queremos que nos digan la verdad, que no nos engañen, y no nos damos cuenta de que casi siempre es peor conocer que ignorar"

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"Pobre y honesto Juan Carlos, que al final siempre me hacía comprender que muchas veces la valentía es simplemente temeridad, egoísmo en estado puro, que el que pasa por valiente no es más que el que toma las decisiones precipitadas, el que no le da ninguna importancia a los sentimientos de los demás. La cobardía, ay, la cobardía, en cambio, no es tan mala como puede parecer a simple vista.

Pero él no ha sido el único cobarde de nuestra relación. De hecho, nuestra cobardía no es más que otro de los puntos que tenemos en común. Amparo lo ha dicho siempre: "Alégrate, no hay nada que os separe. Los dos sois igual de cobardes" Y es verdad. Por pura cobardía, las mías nunca han sido las últimas palabras (...) Lo nuestro no puede terminar así, Juan Carlos, y, así, nuestro punto final se convertía en punto y seguido una vez más"

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"¿Crees que serías tú feliz si me fuera? ¿Qué harías tú, en Londres, con un taxista que nunca ha salido de Valencia?
-Quererte. Ser feliz. Enfadarme contigo. Cocinar para ti. Comer lo que tú cocines. Escucharte refunfuñar. Contarte como empecé en el Restaurant. Salir al cine. Refunfuñar yo también. Escuchar cómo me cuentas de tu vida. Quedarnos en casa. Ir a la opera o a ver un musical. Reír contigo. Odiarte. Preguntarme como es posible que pueda haberte querido tanto. Oír música. Pedirte perdón. Viajar. Cuidarte cuando estás enfermo. Leer. Dejarme cuidar por ti cuando yo esté enferma. Verte envejecer. Hacerme vieja. Decirte todas las cosas que llevo años pensando. Vivir. Quererte. Vente conmigo.
-No sigas. No puedo.. Siempre me reprocharía haber abandonado a mi familia.
-¿Y no te reprochas abandonarme a mi?
-A ti no te abandono... siempre estoy aquí cuando vienes, aunque tardes en volver."


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"No puedo hacer otra cosa porque yo, a Juan Carlos, le he querido siempre. Siempre. No ha pasado un minuto sin que le quisiera, aún en los peores momentos. Le quería cuando él no me quería a mi, cuando me iba queriendo poco a poco, cuando me quiso, cuando dejó de quererme. Le quería cuando sabía que lo nuestro iba a empezar y cuando comprendía que estaba terminando. Le quería en los buenos ratos y en los enfados. Le quería. Le quiero. Por eso te odio. Porque le quiero."

Como dije, estas no son mis palabras, son prestadas, quizás, me estoy quedando sin ellas.



domingo, 17 de noviembre de 2013

Tic-Tac.

Debiese estar escribiendo un ensayo sobre la educación en estos momentos, pero tal como suele suceder-me, la mente loca de esta mujer piensa en otra cosa.

Hace unos días, nació algo en mi interior de lo cual no me había percatado, al contrario, lo ignoraba por completo. Creo que simplemente sucedió, llegó el momento de seguir fluyendo (...)
Durante estos últimos siete meses, he cerrado toda posibilidad al amor pues defendía mi derecho a seguir queriéndolo a él. Durante más de siete meses, le he sido fiel a lo que siento por sobre todo lo que he visto, leído, escuchado y pensado. . Durante siete meses me he dedicado a estar conmigo, estar sola, soltera, sin siquiera permitir el acceso al roce de un beso amigo, de un beso nocturno, de una compañía pasajera... Durante más siete meses, sólo he sido yo y mi inminente apelamiento al amor, yo y mi imaginación de un reencuentro, yo y mi amor al amor, yo y mi amor a él y él por el amor.
Sin embargo, siento que eso debe cambiar, que es necesario, que es el tiempo, el momento, el toc- toc interior ya sonó y mi cuerpo parece estar listo para recibir a un nuevo compañero de vida, esporádico- eterno who knows? but it's time to go to the next level.
Se me ha  olvidado lo que es tener una cita, se me ha olvidado lo que es dejarse querer, no sólo querer sino que también ser querida por el otro. Yo sé que él me quiere,  quiero creer que sus palabras son reales, que me extraña, que no me ha olvidado y que me desea tanto como yo a él, pero la lejanía está superando mi amor, no puedo ser una eterna Penélope, no puedo creerle eternamente, pues su cobardía , es mi agonía

Sigo en mi senda, no buscaré, no desearé, sólo dejaré de cerrar puertas-ventanas y visillos si alguien quiere, con una bonita intención, acercarse, conocernos, liberarnos.. Me daré la licencia para ver si es posible encontrar alguien que me haga sentir algo superior a lo lineal que es la vida y la rutina. No busco reemplazarlo, sigo pensando que lo que siento es una bendición del amor que se da de manera especial de manera escasa (...)

Es el interior el que está hablando, es el deseo el que está llamando, porque mi imaginación escasea y ya no recuerda lo que es un beso, lo que es tomar una mano en reflejo de unión, mi imaginación no recuerda lo que es que te digan "te quiero" mirándote a los ojos, mi cuerpo ya no recuerda lo que es que lo toquen con pasión, que lo acaricien con deseo (...)

He mantenido mi promesa hasta el final, lo dije, lo plasmé: "Mi cuerpo, mente y corazón seguirán siendo tuyos hasta que el deseo diga lo contrario"

Aunque me muestre segura en letras y palabras, dudaré día a día si escucharlo, ignorarlo, si amarlo o odiarlo por obligarme e dar el siguiente paso, abrir los ojos y darme cuenta de que hoy, existe la posibilidad de que el Universo se una y yo  vuelva a desear, pero la duda siempre aflora, porque ¿qué sería de mi si la duda no fuera mi eterna enemiga? duda-duda-duda...
Y si una mañana despierto abrazada por un cuerpo ajeno y no reconozco tus ojos, tus manos, tu boca, tu piel... Se me hiela la respiración y un dolor agudo se forma en mi pecho sólo al imaginar la situación...


Respirar en tres tiempos, y fluir... 1..2...3.

 Que la vida y el amor me amparen.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Septiembre

Jamás había sentido lo que estas letras me han provocado. El deseo y las ganas de escribir, durante estos días, han estado más latentes que nunca, pero con la luz encendida, mi imaginación no florecía, sin embargo, cuando la artificialidad de esta luz se iba, creo que nunca había tenido tanto que decir.
Es extraño, mi estómago se anuda cuando pienso en lo que quiero decir y me he estado cuestionando que tan bueno es escribir o si quizás, de una vez y por toda, debo aprender a quedarme en silencio.
No busco repetir ideas, ni plasmar sentimientos falsos. Sólo fluir, lo que he hecho durante todo estos últimos meses.
Lo primero que se viene a mi mente es cuando leí un cuestionamiento que decía algo así cómo: ¿ tres meses y aún está ahí? Mi fuerte no son los números, no me esforzaré en contar, sólo diré que más de tres han pasado y aún aquí.
Desde ahí, mi subconsciente se ha encargado de traer pequeñas pinceladas de ti: estoy estudiando, acostada, dormintando, soñando, duchando, comiendo, hablando y tu en mi recuerdo: tú en el living, tú en el auto, tú en mi cama, tú en tu cama, tú en Santiago. También tengo de ambos, pero de esos ya he hablado. 
No son todos los días, no es todo el día, sólo son pinceladas,  es espontáneo, es el pasado mezclado en el presente por una milésima de segundo o quizás un par de minutos.
No miento cuando digo que esto no me ha había pasado jamás. No es la primera vez que me enamoró, eso es cierto, pero sí es la primera vez  todo lo que ha sucedido después del "nosotros" que un día inventamos. 
Es díficil ordenar lo que tengo acá guardado,tengo la claridad, pero eso no significa que no exista el caos. No busco decir todo lo interior-sentimental. No  me muero de amor por ti, estoy viva, viste, es sólo que, a veces, te extraño demasiado. 
-- Sus actos sólo demostraron que no me quiere a su lado. Sé que el lugar que era mío ya está ocupado. No sufro,no lloro, a veces me entristezco, mas no por él, sino que por todo élyyo. -- 
Hoy te recuerdo porque es Septiembre y septiembre es cuando todo ésto  comenzó. 

domingo, 10 de marzo de 2013

ElrecuerdoCarnal

Estoy leyendo Cincuenta Sombras de Grey, pero tomo II, ni siquiera sé su nombre, sólo quiero leerlo.
Y leyendo lo que leo, fantaseando lo que leo, sólo una persona en la mente: tú.

Busco confesar que muchos años antes de haber estado juntos por primera vez, yo ya me imaginaba ese encuentro. Creo que tuve un sueño erótico contigo, envuelto en muchos gemidos y placer. 
El asunto es que ahora que leo lo que leo, no puedo dejar de recordar-nos: tacto, piel, palabras. 
Recuerdo cada roce, lo juro, cada palabra, cada caricia, cada beso, cada intimidad... 

No me veo con otro, eso debe ser porque estoy locamente perdida en ti, aún. Aquél día que nos vimos, el abrazo más allá de abrazo buscaba tocarte con todo detalle, que mis manos recorrieran esa espalda para que no la pudiésemos olvidar. Yo tengo una adoración por tu cuerpo, algo que jamás me había ocurrido con ningún otro ser vivo, sólo tú, siempre tú. 

Lo carnal, no lograrías dimensionar cuanto lo extraño. Extraño las palabras de dominación, me gustaría volver a decirte que "sí, soy tuya" y aún hoy, tras un mes y más, sigo siéndolo  en cada parte de mi cuerpo, sigues viviendo tú, negándome a la idea de entregarme a alguien más, de que alguien más roce mis labios, apriete mis caderas y me roce junto a él...  También me pregunto si no te enloquece la idea de que sea tocada y deseada por otro... ¿Sucede?... sigo queriendo sólo tus manos, tu boca y tu cuerpo sobre-encima-al lado, de mí, sólo tú, siempre tú.

Nos imagino constantemente en nuevas situaciones, en todo aquello que nunca hicimos, en todo aquello que nunca te dije que me hicieras y en todo aquello que nunca te hice. Pienso en que debí haberte dicho cuanta me gustaba la forma y el contenido de nuestra intimidad. Pienso en que debí hacerte todo lo que mi mente pensaba y que por verguenza callaba. Pienso en ese día en el que enjabonase mi espalda, debí meterte conmigo al agua.Pienso en esa semana solos, que malgastada fue con peleas y no con sexo (sí, puedo escribir sexo, lo que me cuesta es decirlo) Pienso en Valparaíso-Viña del Mar. Pienso en un cuarto de baño cumpleaños de tu amigo. Pienso en habitaciones adornadas en Santiago Centro, en tu cara cuando salí vestida con lo que luego pasaría a ser una vestimenta habitual de fin de semana... Pienso en tus palabras cuando me veías con esa prenda de vestir y pienso, sencillamente, en ti...y con todo pienso en tus palabras expresando el deseo, pienso en que siempre debí decirte que si, ¡SÍ! ... 

Pero ya está, se acabó... y eso es lo que no puedo aceptar. Me pregunto si seré lo suficientemente fuerte para respetar nuestras palabras, esas que nos alejan. Mientras más lo pienso, más muero. Me doy cuenta de que no quiero, no quiero estar sin ti.. Me siento capaz de que afrontar todo, tus proyectos, los míos, pero juntos. Sola, me siento desprotegida al mundo,  luchando contra la jungla podrida de Santiago Centro, puede que el hecho de estar enferma en cama con fiebre me provoque más amargo de soledad, pero quiero concederte el privilegio de ser él único hombre capaz de poseerme completamente ¿Por qué no se puede? Tuya, tuya, tuya, cuerpo, mente y corazón... hasta que el deseo diga lo contrario. Espero que para cuando el deseo me encuentra, seas tú, sólo tú, siempre tú, el que reciba mi cuerpo, completamente suyo.

Con un roce a tu oreja, sale mi voz, te susurro, te suplico y gimo:... Hazlo, por favor.




jueves, 28 de febrero de 2013

Santiago Centro fue nuestro.


He intentado escribirte, más sin embargo, el miedo paraliza toda intención, además, ¿para qué repetir/decir aquello que ya sabes, que es tan obvio, tan yo?

Recorro la ciudad con mis pies chuecos y cansados,
doy vuelta en cada espacio de ella,
giro por una esquina y te veo en un papel tirado,
pienso " ¿por qué?"
y rehuyo del lugar.

¿Sabes que se siente intentar huir de un recuerdo latente?

Busco otra calle, me adentro entre las orillas,
espero no encontrarte otra vez en mi mejilla,
pero al levantar la vista veo una pared,
esa misma donde en algún momento plasmaste un beso
y mi cara tan sonrosada, tan rebosante en aquel reflejo de muralla
se opaca, se aleja, enmudece de pena.

Con un dejo de valentía, continúo mi camino; error.

Parece ser que las calles de la ciudad buscan torturarme, porque recorro calles que nunca nos vieron, sin embargo, ahí estamos; pared, besos, peleas, palabras, abrazos, gestos, manos, espaldas, pies, zapatos.

La ciudad me arrebata las ganas, sentarme parece lo correcto; error.

Sin saber cómo, sin saber dónde y sin saber por qué,
fijo mis caderas en un lugar que espero se convierta en un nuevo lugar favorito, mío, lejos de él/ti.
Abro los ojos, porque el camino fue a ciegas, y te veo.
¿Cómo llegué a nuestro punto de encuentro? Pies traicioneros.
Me consume la tristeza, sucumbo ante ella.

Camino, porque avanzar es parte de las reglas impuestas. Esas que yo nunca acepté, esas que yo nunca amé, esas que de la noche a la mañana me pegaron una bofetada y que grabé en mi mente, tan reacia a obedecerme siempre, por qué ¿para qué seguir mintiéndo? el corazón, en mi vida, siempre prevalece, y aunque intente huir de las calles callejeras de una ciudad que nos alojo por estadía limitada, aún espera, como siempre, soy Penélope y Santiago Centro está mi mente:


¿Sabes que se siente intentar huir de un recuerdo latente?



Hombre poco emocional, tú, Santiago Centro fue nuestro.